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Seguimos atravesando la comarca de Beira Litoral de Sur a Norte en dirección a Oporto. Buena parte del recorrido coincide con el de la antigua calzada romana de Aeminium (Coimbra) a Cale (Gaia/Oporto), por donde ahora transitan los peregrinos a Santiago, y que formó parte del gran eje viario militar Olisipo-Bracara (Lisboa-Braga) que articulaba la Lusitania romana de norte a sur.
José Luis se queda en Coimbra para reparar la bici, su freno trasero ha cogido aire y tiene que buscar un taller para sangrarlo, él llevará la furgo hasta la mitad de etapa en Águeda donde se turnará con Juan Pablo que la conducirá hasta Oliveira de Azemies.
Etapa 3: COIMBRA - OLIVEIRA de AZEMEIS
Antes de entrar en Águeda pasamos por una zona de prados y arboleda, con bancos y mesas. Nada más cruzar el río Águeda, a la entrada de la población, nos paramos en un bar en su orilla para repostar, pues es la hora ideal para unos bocatas y unas cervecitas frescas.

La etapa continúa siguiendo fielmente la misma dirección que llevaba hace 20 siglos la calzada romana número XVI, sólo que en vez de las losas pulidas de caliza o granito, transitaremos por el asfalto de la N-1 o de pequeñas carreteras locales que ayudan a avanzar siempre hacia el norte. Tras el repostaje continuamos unos 500 m por la orilla del río y después giramos hacia el norte en dirección Paredes, subimos una cuesta para cruzar las vías del tren, una pequeña bajada y a continuación otro repecho en subida. A continuación pasamos una zona industrial y atravesamos Mourisca do Vouga. A la salida de la localidad cruzamos la N-1 que nos viene por la izquierda, atravesamos la aldea Pedacoes y de nuevo tenemos que cruzar la N-1 que ahora nos viene por la derecha. A la otro lado de la carretera cogemos una pista de tierra que en realidad es un trozo genuino del viejo camino medieval que nos va a llevar hasta el puente romano-medieval sobre el río Marnel, un vado del siglo V que daba servicio a la calzada XVI, Olisipo-Bracara, mejorado y ampliado en época medieval. El vado sobre el Marnel ofrece, sin duda, una de la mejores imágenes de la etapa.
Después de vadear el río Marnel pasamos por debajo del viaducto de la N-1 y subimos a Lamas do Vouga, atravesamos la aldea y de nuevo bajamos para bajar hacia otro vado, el puente sobre el río Vouga, también de origen romano aunque sus pilares son ya medievales. Tras cruzar el vouga de nuevo nos encontramos con la N-1, la cruzamos e iniciamos la subida a Serém de Cima. Se cruza la localidad a lo largo, por la carretera. Después nos encontramos de frente con por pista forestal que nos lleva entre bosque de eucaliptos hasta la inmediaciones de Albergaria a Velha. El origen de la ciudad es una albergaría que la reina Dña. Teresa mando construir en 1120 para dar acogida a viajeros y peregrinos. Debía tener "cuatro camas, jergones, lumbre, sal y camillas para transportar a los enfermos". Hoy es una villa moderna y apacible con pocos atractivos monumentales. Alcanzamos la población después de cruzar la autopista y aprovechamos para realizar parada de rehidratación.

Salimos de Albergaria a Velha y, como no, nos encontramos con la N-1 que la cruzamos y entramos en un agradable tramo de unos 6 km por bosques de pinos y eucaliptos que nos acerca hasta Albergaria a Nova que la atrevesamos por N-1 hasta llegar a Branca.
Salimos siguiendo la orilla del río Mondego y casi sin darnos cuenta se nos queda atrás la preciosa universitaria e iniciamos la salida del Valle de Mondego por una subida hacia Cioga do Monte, Trouxemil y Sargento Mor. A partir de aquí circulamos durante unos 3 km por la N-1, salimos de ella momentáneamente para cruzar Carqueijo y después volvemos a salir a la carretera, la cruzamos y nos despedimos de ella para adentrarnos en una agradable pista entre bosque.

En poco más de 6 km nos volvemos a encontrar con la N-1 y ésta será nuestra entrada a Mealhada, el camino atraviesa la población siguiendo la carretera. Mealhada es una ciudad agradable a orillas del río Cértima, era una de las mansio de la vía romana Aeminium-Cale (Coimbra-Oporto) cuya dirección sigue el moderno Camino Portugués de Santiago. La villa es también famosa por sus lechones, pero tadavía es temprano para pararnos a comer lechona, así que continuamos nuestro camino y poco más por la carretera que abandonamos a la salida de la localidad.

Superada la cuenca del río Mondego, el Camino sigue . un decorado de campos cultivados de perfil suave entre viñedos, con continuas ondulaciones que no suponen mayor dificultad. Por desgracia, la etapa discurre demasiado tiempo sobre asfalto y por zonas urbanas o industriales. Aunque también nos depara algunos bonitos tramos entre cañaverales y bosques. Atravesamos varias aldeas y grupos de casas diseminadas y en las inmediaciones de Anadia bordeamos unas instalaciones deportivas.

Esquivamos Anadia pasando por Arcos para poco después volver a atravesar la N-1. En Avelás de Caminho volveremos a cruzar la N-1 para seguir después por una carretera secundaria que pasa frente a algunas bodegas de la Denominación de Origen Bairrada, esta región vinícola es un paisaje de colinas suaves y clima mediterráneo/atlántico delimitado por la orla marítima y por la sierra de Bucaco. Desde finales del XIX, sus vinos (tintos, blancos y rosados) y sus espumosos permanecen en la lista de los más famosos de Portugal. A continuación pasamos por algunas aldeas más y por el polígono industrial de Barro.
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La tarde nos dio tiempo para un agradable paseo turístico por la ciudad, cenar y tomar un digestivo gin-tonic escuchando música en vivo. Martín con la furgo se perdió de visita turística a Aveiro. Conocimos a un peregrino español que decía hacer el camino a pie y con el que compartimos unos vinos en agradable tertulia.
Oliveira de Azemeis es una villa agrícola con una importante industria del vidrio situada en un alto que domina los valles de Antua y Ui. En la zona han aparecido numerosos restos de castros prerromanos. También se localizó un miliario en la aldea de Ul, lo que confirma que la calzada romana XVI pasaba próxima a la ciudad. Oliveira siempre fue una parada intermedia en la principal ruta norte-sur portuguesa. Aún pueden verse algunas mansiones hidalgas a lo largo da rua República y en la rúa Bento Carqueja. La Igreja Matriz de Sao Miguel se eleva por encima de unas escalinatas.

En Oliveira nos hospedamos en el Hotel Dighton +351 2566682191, uno de los mejores de toda la ruta, totalmente recomendable.
Después tenemos unos 3 km por pistas asfaltadas circulando en algún tramo pegados a la vía del tren, hasta que tras cruzar las vías alcanzamos Pinheiro de Bemposta, una localidad que se atraviesa en subida por calle empedrada donde un "globero" con bicicleta de carretera nos adelanta malamente sin nisiquiera saludar, lo cual provoca a nuestro sherpa guía y le hace "morder el polvo" en la subida.

A la salida del pueblo de nuevo cruzamos la N-1y aprovechamos para hacer un descanso en el césped de un pequeño jardín antes de continuar la etapa. Se continúa por hacia Travanca y por una zona urbana llena de desvíos por calles y caminos bien señalizados. Al final una fuerte subida nos lleva a Oliveira.