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Una etapa larga y exigente, no solo por el kilometraje, sino por el propio perfil de la misma, un rompepiernas con algún tramo de empujing. Dejamos atrás las llanuras del Ribatejo y entramos en una nueva provincia, Beira Litoral, una de las tres Beiras (junto a Beira Alta y Beira Baixa). Las Beiras ocupan la franja central de Portugal, desde el Atlántico hasta los pueblos fortificados de la frontera española, y se caracterizan por ser una región de perfil ondulado y grandes manchas de vegetación cuyo clima atlántico suave favorece el cultivo del arroz, el olivo y el viñedo.
Etapa 2: TOMAR - COIMBRA
Ayer le tocó la furgo a Pepe y hoy empieza Manolo que antes de salir de la ciudad ya tiene un pequeño "affaire" con los municipales de Tomar. Salimos de la ciudad cruzando el puente sobre el río Nabáo y después el Camino nos muestra la plaza de toros antes de sacarnos de la ciudad por una cómoda pista de tierra que tras pasar por debajo de la autopista nos lleva remontando el curso del Nabáo un par de km y luego lo deja para remontar por la derecha el primer colladito del día. La pista continua entre bosque mediterráneo de encinas hasta que nos encontramos con una carretera local que la cogemos por la derecha para acercarnos a la pequeña localidad de Casais.

Unos 4 km después llegamos a la aldea de Calviños y a continuación el Camino nos baja hasta la N-110 a la altura del PK 85; la seguimos unos metros para, antes de un puente, cruzarla y tomar a la derecha una pista pavimentada que asciende; 100 metros después la dejamos a favor de una pista muy pedregosa y en fuerte pendiente que nace a la izquierda. Las torrenteras abiertas por el agua dificultan la progresión en bicicleta. Unos 700 m después llega un desvío a la izquierda que parece una torrentera, la tendencia normal es continuar de frente, y así lo hicimos, hasta que nuestros sherpas se percataron del error y hubo que dar marcha atrás para coger la torrentera y empujar las bicis por un sendero que sube por un frondoso y precioso bosque. El ciclista que quiera evitarse este "empujing" debe continuar por la N-110 hasta Portela de Vila Verde.
El final de la subida nos lleva a una carreterita que nos acerca a la aldea de Espanha primero y después nos baja a la de Portela de Vila Verde. Entramos en un diseminado de caseríos por carretera secundaría donde se desatan las hostilidades y por ir tan rápido nos saltamos un desvío a la izquierda después de Laporta y seguimos de frente unos 200 m donde los adelantados se paran para esperar a Pedro, Antonio L. y Blas que venían detrás. Pero éstos no acababan de llegar y los adelantados, ajenos a que se habían saltado el desvío, empiezan a preocuparse hasta que gracias a los móviles se percataron de que por mucho que esperasen no iban a llegar, porque los últimos ahora eran los primeros ya que los retrasados no se habían saltado el desvío y ahora les sacaban bastante ventaja por delante.

Una vez en el Camino de nuevo, tenemos unos 3 km de cómoda pista con algunos tramos entre bosque de alcornoques y que nos lleva a la N-110, justo en el cruce con la carretera de Alvaiázere, por la que proseguirnos sin dejar el asfalto durante 4 km hasta el lugar de Cortica. Unos 4 km más entre aldeas con algún tramo de camino adoquinado nos acerca a Alvaiázere, la primera población significativa de esta primera parte de la etapa y donde nos volvemos a reagrupar.
A la salida de la localidad continuamos por carretera y acometemos un brusco desnivel por huertas con olivos, encinas y alcornoques hasta alcanzar el collado. Los molinos de viento se muestran en lo alto de las colinas laterales. Cruzando la sierra de Ariques continuamos por un falso llano hasta alcanzar un segundo collado e iniciamos el descenso por un monte bajo de encinas y acebuches. A 1,5 km dejamos la carretera por una pista de tierra blanca que nace a la derecha y que en poco más de 1 km nos acerca a Venda do Negro que tiene una pequeña y bonita con una espadaña muy rústica. En unos 6 km alcanzamos Ansiao donde nos espera Manolo con un "abrevadero" localizado para saciar el hambre y la sed. Será una constante en esta etapa encontrarnos las flechas azules y los peregrinos camino a Fátima en el sentido opuesto al nuestro.

Salimos de Ansiao y después de cruzar la autopista entre bosques de pinos y eucaliptos vamos a la Venda do Brasil, cruzamos Casais da Granja, Junqueira y desde ahí subimos suavemente hasta Alvorge. Bajamos a la N-347 y la seguimos hasta la Ribeira de Alcalamouque. De ahí continuamos en dirección al Rabaçal por la vía romana que encontramos junto a la Ribeira de Baixo. En numerosas ocasiones, a lo largo de nuestro camino, volveremos a pisar sobre los restos de este trazado. Rabacal nos recibe con buenos servicios y un pequeño Museo de la Villa Romana que recoge algunas de las piezas aparecidas en la excavación de una casa romana hallada en el municipio.

Después de Rabacal tenemos un encantador paseo por campiñas de vides y olivos de perfil llano. Después de Zambujal tras Poço, llega una subida suave y muy bella por un monte de pinos y eucaliptos que remata en un rampón que nos sube a Conimbriga, antiguo castro celta y más tarde romano, una de las ciudades antiguas mejor estudiadas y conocidas de Portugal que, pese a la similitud del topónimo, no es la antigua Coimbra. Entre los varios excavadores de esta ciudad hay que destacar el nombre de Virgílio Ferreira que hizo un estudio sistemático de esta ciudad. Entre 1930 y 1944 (año de su muerte) excavó toda el área contigua a la muralla oriental, descubriendo, extramuros, unas termas públicas y tres vivendas, entre las cuales hay que destacar la llamada Casa de los Repuxos, con una área de 569 m2 pavimentada de mosaicos y con un jardín céntrico donde se conservaba todo un sistema de canalizaciones. En la zona interna de la muralla la excavación reveló una basílica paleocristiana, una lujosa vivienda con termas privativas. Las excavaciones revelaron un fórum augustano demolido en la época de los Flavios, altura en que la ciudad recibió un estatuto municipal, para dar lugar a un nuevo fórum de mayores dimensiones; unas termas también construidas en el reinado de Augusto. Entre estos sectores monumentales fue excavada una zona habitacional, de la época claudiana, constituida por Insulae que serían ocupados por la clase media de la población conectada a la artesanía. Un acueducto llevaba el agua a la ciudad desde el embalse localizado en Alcabideque.

El camino continúa hasta Coimbra por un laberinto de carreteras y pueblos embutidos entre carreteras nacionales y autopistas que nos harán añorar la quietud de los campos atravesados con anterioridad. En Cernache Manolo decide que continúa hasta Coimbra por la carretera y José Luis le acompaña porque tiene algún problema en la bici. El resto continuamos en subida por camino de tierra que desemboca en asfalto; lo seguimos a la izquierda para entrar en la aldea de Palheira. Subimos hacia la zona alta del pueblo donde seguimos una pista forestal con buen firme. De nuevo bajamos para cruzar la autopista y subir por carretera hasta Cruz de Mouroços.
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La ciudad está dividido en dos zonas distintas: La Alta, que es la parte más antigua, a la que se accede a través del Arco de Almedina, se compone de estrechas calles empinadas, donde se encuentran las "repúblicas" - típicas residencias estudiantiles -, así como algunos de los edificios más importantes de la ciudad como Sé Velha (la Catedral Vieja), Sé Nova (la Catedral Nueva), la Universidad y la Casa de Sub-Ripas, una mansión con una impresionante puerta de estilo manuelino.

La Baixa , cerca del río, es donde se concentra la mayor parte de la actividad comercial. Formada por calles estrechas, está atestada de tiendas, bancos, iglesias, cafés, hoteles y lugares de paseo a lo largo de los bancos del río Mondego.
Después los jardines de Santa Clara nos permiten ver ya con todo su esplendor Coimbra al otro lado del río Mondego. Sólo queda bajar por la calcada de Santa Isabel, una cuesta adoquinada con carril marcado en azul para los peregrinos a Fátima y que nos baja al puente de Santa Clara por el que se entra en la ciudad universitaria. A mitad de bajada el mirador de Fonte dos Amores nos ofrece una extraordinaria panorámica del río Mondego y de la ciudad de Coimbra. Es la tercera ciudad más grande de la zona central de Portugal. Fue la primera capital del país, y hoy es el hogar de la Universidad de Coimbra, una de las más antiguas de Europa. Al igual que una gran fortaleza de enseñanza, la Universidad de Coimbra ocupa estratégicas alturas por encima de un perezoso tramo del río Mondego. En realidad, Coimbra es el centro intelectual y espiritual de Portugal.
A la vez que historia, y como en toda ciudad universitaria, Coimbra reboza alegría, era lunes 9 de Mayo y posiblemente existía alguna celebración estudiantil, porque todos lucen elegantemente vestidos incluyendo la capa en su indumentaria, y llenan las calles y plazas de la ciudad baja así como sus bares y terrazas.
Nosotros tras una estupenda cena subimos a la ciudad alta para rendir visita a sus monumentos. Esta es otra ciudad que ningún viajero debe perderse y a la que hay que dedicarle algo más de tiempo.
Nos hospedamos en el Hotel Bragança +351 239836135, un hotel un tanto antiguo, céntrico, situado al lado de la estación de tren y lleno de peregrinos a Fátima, familias enteras.