Etapa 2: CASTRO URDIALES - SANTANDER
Una bonita etapa que nos adentra en tierras cántabras y que tiene un poco de todo, senderos, pistas, cornisa, zona boscosa, tramo pestoso de asfalto, travesía marítima, pueblos turísticos, marineros y visita al Real Sitio de La Magdalena en Santander.
Salimos de Castro por la N-634, después de la plaza de toros giramos a al izquierda para cruzar la autopista por debajo y entramos en una pista de tierra que transcurre paralela a la autopista. Pasamos a la altura de Allendelgua y continuamos por pista asfaltada unos 2 km más hasta las inmediaciones de Cerdigo, donde volvemos a cruzar la autopista para entrar en el pequeño pueblo con la iglesia de San Juan y casonas antiguas en el alto, y nuevas construcciones en su falda.
Atravesamos la aldea hacia el cementerio, después un pequeño bosque con olor a mar, que nos da paso a un sendero por un estrecho prado encajonado entre el mar y la autopista, un tramo precioso con estupendas vistas a los acantilados por un lado y las laderas montañosas por otro. Tras cruzar varias barreras de reten del ganado llegamos a una pista que nos introduce en Islares.

Paramos en Islares para sellar las credenciales en la iglesia, donde el párroco encuentra en nosotros alguién con quién echar una charlita. Salimos de Islares buscando la N-634 por la que circularemos durante los siguientes km. Por carretera dejamos a la derecha la playa de Las Arenillas y la población de Oriñón, y seguimos hacia El Pontarrón de Guriezo donde está el puente que cruza la ría, para a continuación iniciar la primera subida de la etapa. Coronamos y se nos ofrece a nuestros pies el valle de Liendo. Descendemos al valle y paramos en una gasolinera de Mollaneda para repostar líquidos. Mientras repostamos pasan un par de peregrinos en bici.

Arrancamos de nuevo para acometer la segunda cota del día con el punto de mira en los ciclistas que van delante, a los cuales echamos mano justo antes de coronar. En ese punto decidimos abandonar la N-634 y, en lugar de bajar a Laredo por la carretera, optamos por el Camino real y nos desviamos por la izquierda lanzándonos en picado hacia Tarrueza por una pista asfaltada que da comienzo a un tramo "divertido", con un perfil ondulado con algunos rampones exigentes y que pasa por algunos caseríos antes de desembocar en un cruce de la autovía y de la N-634 para entrar en la parte alta de Laredo.

Salimos de Laredo siguiendo el trazado de la N-634, atravesamos Colindres y Cortinas y después la ría de Treto por el puente metálico. Después atravesamos Treto y en las inmediaciones de Cicero hicimos parada de avituallamiento para reponer energías.

Continuamos la etapa por la N-634 y en 1 km nos desviamos por la derecha por la CA-241 que, bordeando la ría de Santoña, nos permite cruzar la ría de Escalente, a continuación la ría de Argoña y por último la ría de Boo antes de entrar en el pueblo marinero de Santoña.

Tras visitar el puerto de Santoña, damos un vuelta por la villa y buscamos donde sellar las credenciales. Después salimos en dirección a la playa de Berria, antes de llegar a la playa pasamos por delante de las tapias del Penal de El Dueso.

Una variante del Camino, no apta para bicicletas, remonta el cerro que hay en el extremo occidental de la playa de Berria, para luego caer de nuevo a la playa al otro lado de la colina y dirigirse a Noja. En nuestro viaje anterior cometimos el error de meternos por ahí con las bicis y por tanto éramos conscientes de su dificultad y no queríamos repetir, así que optamos por no visitar Noja y continuamos la etapa por carretera.
Después de la playa de Berria comienza el tramo más pestoso de la etapa, todo por carretera. En Argoños nos desviamos a la derecha por la CA-141, con un trazado de falsollano pasamos por las localidades de Copillo, San Pantaleón y Arnuero, después una subida pestosa y bajamos a Galizano.

Continuamos por un carril bici que transcurre paralelo a la carretera hasta las inmediaciones de Somo, donde Rafa, Pep y Xisco se saltan el desvío y siguen recto por la carretera, Toni y Jorge se desvían por la CA-440 para después girar a la izquierda y entrar en Somo por barrios residenciales. El punto de encuentro de los 5 es el embarcadero de Somo donde atracan los barcos que cruzan la bahia hasta Santander, una travesia muy agradable que te evita el rodeo por asfalto y que te ofrece la oportunidad del disfrute de arrivar a la marinera ciudad por mar, gozando de la travesía marítima, de las vistas de la costa, las playas, el puerto, la ciudad, sus monumentos, el palacio de la Magdalena, etc., todo ello como un aparetivo santaderino.

Desembarcamos en Santander y lo primero es hidratarnos con unas birras antes de iniciar la visita turística de la ciudad ya que hemos llegado con tiempo suficiente y queda mucha tarde por delante.
Por el Paseo Pereda nos encaminamos hacia el Real Club Marítimo, la playa de Los Peligros y la Real Sociedad de Tenis que antecede a la entrada a la pequeña península del Real Sitio de la Magdalena, donde se encuentra el palacio de la Magdalena, antigua residencia veraniega de los reyes desde los inicios del siglo XX, rodeado por un conjunto de amplios jardines, zonas arboladas y playas". El edificio es actualmente sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, es un palacio esbelto y de porte elegante con influencias británicas, francesas y montañesas. Fue el Ayuntamiento de Santander, por suscripción popular, quien decidió construirlo como regalo a la familia real en 1909. En 1982 fue declarado "Bien de Interés Cultural".
Después de la visita a La Magdalena regresamos al centro de la ciudad, Xisco tenía un problema con los frenos de su bici que al parecer le habían entrado aire, especialmente el delantero, y teníamos que buscar un taller de reparación, pero nuestro gozo en pozo, fuimos a dos tiendas-talleres y fracaso total, el primero ni se molestó en mirarlo y el segundo decía que no lo podía arreglar al momento, que había que dejar la bici y, como al día siguiente era domingo, pues nada que hacer.

Santander estaba en su semana grande de fiestas, así que después de acoplarnos en el hotel, nos fuimos a reconocer el centro de la ciudad y a cenar. Nos dimos un homenaje con unos chuletones de la tierra
convenientemente regados y después a digerirlos disfrutando del ambiente festivo de las calles santanderinas que estaban llenas de chiringuitos con un jolgorio de gente pasándoselo bien. Nos hospedamos en Hostal Carmen c/ S.Fernando 48 tlf 942.23.01.90/634.914.942.