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4ª Etapa: MOREDA - Alto de La Cobertoria - Senda del Oso - SAN MARTÍN
Otra maravillosa etapa que nos ofrece algunos contrastes del territorio asturiano, empezando por el aspecto decadente y abandonado de la industria minera de la Cuenca del Caudal, continúa después con la subida al alto de La Cobertoria, uno de los puertos clásicos asturianos en las múltiples vueltas ciclistas como la Vuelta de Asturias, la de los Valles Mineros y la de España, y que nos sirve de pórtico al Parque Natural de Las Ubiñas - La Mesa otro magnífico territorio de montaña con un relieve de fuertes contrastes; al final la etapa nos ofrece unos 50 km de Vía Verde recorriendo los valles del oso por la espectacular Senda del Oso.
Salimos de Moreda siguiendo el valle del Aller durante unos 6 km, en los que salimos del concejo de Aller y entramos en el sur del concejo de Mieres. Por momentos lo que vemos no es muy agradable, las imágenes de instalaciones casi abandonadas o semiderruidas, como consecuencia de la depresión industrial minera de la zona, que también se refleja en las casas de las aldeas por donde pasamos, provocan sensaciones de tristeza que afortunadamente se compensan con la espectacularidad y el verdor de las montañas que circundan los valles. Por el Concejo de Mieres alcanzamos la cabecera del río Caudal, que le da nombre a la Cuenca Minera, y por un elevado cruzamos de un tirón la vía férrea, la Autovía de La Plata y el río Caudal que se interna en Mieres.

Una vez en la otra orilla del Caudal giramos hacia el sur por la As-242 para remontar la cuenca del río Lena que junto al Aller alimentan al Caudal. A partir de aquí seguiremos la cuenca y el valle del río Lena por la As-242. Salimos del consejo de Mieres y entramos en el de Lena y en unos 6 km alcanzamos Pola de Lena, la capital del concejo. Atravesamos el pueblo buscando por la derecha la As-230 y el inicio de la subida al Alto de La Cobertoria, que comparte trazado con el PR-AS 83, aunque la carretera se ha mejorado y por tanto la han puesto más pestosa para subirlo en bici. Nos esperan unos 10 km de subida con un tramo de inicio y otro final con poca pendiente pero con un tramo central por encima del 10% con rampas del 14%.
Salimos de Pola pasando por debajo de las vías del tren y, al pasar por delante de la residencia de ancianos que se queda a la izquierda, la carretera empieza a empinarse con una pendiente media inicial del 7%. En el inicio Pedro tiene un pinchazo y, mientras la gente va haciendo camino hacia arriba, Martín se queda con él para ayudarle a reparar y acompañarlo en la larga subida. A continuación el paso por las localidades de Palacios y Piedracea cuenta con algún pequeño descansillo, pero a partir de Piedracea la pendiente se eleva y la carretera toma el cariz pestoso, en el que la mente hay que tenerla bien puesta para no desfallecer y aplicar el viejo refrán de comenzar como un viejo para terminar como un joven, porque al girar la próxima curva nunca está la cima solo está la siguiente curva. Cuando llevamos algo menos de 7 km de subida dejamos por la izquierda el desvío al Area Recreativa Valle Peral, después nos queda más de 1 km con fuerte pendiente hasta alcanzar el Mayáu los Zapateros, donde las vacas pastan a sus anchas e incluso alguna de ellas salen a la carretera para saludarnos. Después la subida se suaviza poco a poco y al final tenemos más de 1 km de falso llano que nos permitirá echar la vista atrás y contemplar lo subido antes de llegar a la encrucijada del Alto de La Cobertoria. Un hermoso ejemplar de perro mastín que había acompañado a Juan Pablo y Pepito en la subida, nos va dando la bienvenida conforme coronamos el puerto, en el que hacemos parada de reagrupamiento y disfrute de las panorámicas que se nos ofrecen a ambos lados del collado.
Poco antes de coronar el alto de La Cobertoria, famoso antaño por la cantera del adoquín de donde se extraían adoquines para ser utilizados en las calles de Oviedo, volvemos a cambiar de concejo, nos salimos de Lena y entramos en el de Quirós cuyos valles y montañas se presentan delante de nosotros dándonos entrada al mismo tiempo al Parque Natural de Las Ubiñas - La Mesa, que abarca el concejo de Teverga, así como parte de los de Quirós y Lena. Al mismo tiempo, entramos a la comarca de Camín Real de la Mesa, formada por 10 concejos o municipios (Belmonte, Candamo, Grado, Las Regueras, Proaza, Quirós, Santo Adriano, Somiedo, Teverga y Yernes y Tameza) que forman una de las vías antiguas más emblemáticas de cuantas cruzan la Cordillera Cantábrica.
Una vez reagrupados y después de hartarnos de disparar todas las máquinas a uno y otro lado tratando de llevarnos grabadas todas las posibles perspectivas de las panorámicas que teníamos por delante, nos despedimos de nuestro compañero el "mastín de La Cobertoria" e iniciamos una sinuosa bajada por la vertiente quironesa del puerto, unos 8 km con un desnivel medio del 9%. La bajada "aterriza" en la aldea de Santa Marina, en el valle del Quirós, justo en el punto donde confluyen los cauces de los ríos Ricabo y Lindes que juntos alimentan al Quirós. Aquí da comienzo la segunda parte de la etapa por la Vía Verde de la Senda del Oso, un tramo de unos casi 50 km de cicloturismo placentero por un entorno incomparable. Sin ánimo de ser pretenciosos podemos decir que llevamos "algunos" caminos pedaleados, Vías Verdes, Caminos Naturales y rutas cicloturistas siguiendo el curso de grandes ríos, pero si tuviésemos que hacer una clasificación dentro de este tipo de rutas cicloturistas con escasa dificultad ciclista, seguramente la Senda del Oso estaría en el pelotón de cabeza de esa clasificación.

Una vez en santa Marina, buscamos el bar-tienda "El Rubio" (en la foto) y unos metros más arriba a la izquierda nos encontramos con un pequeño jardín donde arranca la Senda del Oso atravesando un túnel que nos lleva a la orilla izquierda del rió Quirós. A partir de aquí recorreremos en plan "Verano azul" los valles del Oso, (Proaza, Quirós, Santo Adriano y Teverga) que han tenido su historia marcada por la minería. El laboreo de sus ricos yacimientos llevó a ellos trazados ferroviarios que daban salida a su producción. La crisis minera cerró minas y ferrocarriles. Estos últimos han vuelto de alguna manera a ser vividos de nuevo merced a su recuperación como Vía Verde o Camino Natural de la Senda del Oso, que nos invita a un viaje por la esencia de la Asturias más natural y la singularidad rústica de lugares llenos de autenticidad. Se han rehabilitado once puentes que cruzan los diferentes ríos por donde transita y que nos permiten cruzar de orilla a orilla. También atravesaremos numerosos túneles por los que antes circulaba el tren, algunos de ellos con más de 100 m de longitud que están provistos de iluminación de activación automática.
EL camino es como una "Y" invertida y nosotros recorrerimo los dos brazos y gran parte del palo central. Empezamos al entrar en el valle por Santa Marina, en unos 2 km pasamos por Bárzena, la capital del concejo de Quirós. Después de unos 7,5 km por el valle alcanzamos el embalse de Valdemurrio, lo bordeamos y lo vadeamos por una singular pasarela de madera que nos lleva a la otra orilla. Tras un corto tramo por la As-229, durante el que volvemos a cambiar de concejo y entramos en el de Proaza, retomamos la senda y pasamos por Caranga y después El Valle, donde se nos une el río Teverga. A partir de aquí pasamos por el desfiladero de las Peñas Juntas, que es un tramo de unos 300 m en el que parece que se te echan dos montañas encima y que hay que salvarlo por túneles. Como en unos 5 km llegamos a Proaza donde realizamos parada de avituallamiento, en un bar donde nuestro querido "ferroviario" establece un curioso debate con los lugareños del bar en cuanto a la luminosidad del territorio asturiano comparado con el de nuestra "Graná", y es que como nuestra "Graná no hay ná".
Después del avituallamiento volvimos a la senda para dirigirnos al Mirador del Oso, pasando antes por una singular central eléctrica diseñada por Vaquero Palacios, un pintor y arquitecto asturiano. En el Mirador del Oso es obligatoria la parada para observar a las osas "Paca" y "Tola" que ya han crecido y que incluso le han traido a un pretendiente para intentar aumentar la prole. Continuamos por la senda hasta la localidad de Villanueva y después Tuñón donde visitamos la Iglesia prerrománica de Santo Adraino, gracias a una vecina del lugar que tuvo la amabilidad de abrirnos y explicarnos toda su historia en plan guía turístico.
Desde Tuñón volvimos sobre nuestras rodadas hacia el Valle y, justo después del desfiladero de la Peñas Juntas, el camino se abre en dos, el que traíamos de Santa Marina por la izquierda y ahora nos iremos por la derecha hacia Entrago - Teverga. La senda discurre por casi 10 km hasta Entrago por un trayecto de túneles y gargantas bastante entretenido y bonito durante el que de nuevo cambiaremos de consejo, ahora nos toca el de Teverga. En Entrago se acaba la senda y solo nos queda como 1 km remontando el valle hasta el final de etapa en San Martín, con sierra Sobia a nuestra izquierda.

Mientras tanto, Carlos y Martín se acercaron con la furgo a visitar el desfiladero de Las Xanas que está considerado como el "mini Cares". Una ruta de bastante menor recorrido que la senda reina del paisaje asturiano pero que iguala sus proporciones en belleza y espectacularidad. La senda tallada en la roca fue construida en los años cincuenta con la intención de comunicar pueblos pertenecientes a tres concejos: Santo Adriano, Quirós y Proaza; pero las obras no llegaron nunca a finalizarse, quedando hasta le fecha como un camino que viene a las mil maravillas para los intereses del senderista. El desfiladero propiamente dicho constituye una angostura de unos 4 km entre Pedroveya y el valle del Trubia, con desplomes verticales espectaculares de casi 350 m, que son el resultado de la paciente excavación de la montaña por el río en su descenso para confluir con el Trubia.
Una vez duchaditos y vestidos de persona apareció Martín que, después de visitar el desfiladero, no quiso perderse el tramo de la Senda por el río Teverga y llegó casi oscureciendo mientras el resto refrescábamos el gaznate en la plaza del pueblo. Y ya todos juntos nos dispusimos a dar cuenta de la que sin duda fue la mejor cena en calidad y cantidad de todo el viaje. Nos hospedamos en Casa Laureano 985764213, realmente es un restaurante con algunas habitaciones y que posee algún piso habilitado como pensión, el hospedaje en el piso no es reseñable, pero la cena fue espectacular y la atención que nos prestó la señora de Laureano inigualable, que encanto de mujer y que bien cocina, comida típica asturiana elaborada con productos propios, un 10 para la señora de Laureano, y además con un precio de 25 € x persona en media pensión. Aquella cena fue un gran remate para una preciosa etapa.
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