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Etapa 5: MIRAVET - FARO DEL GARXAL - L'ALDEA
El camino abandona las tierras llanas y se acerca a la cordillera Costero Catalana, que cierra la Depresión del Ebro por el Este. A partir de aquí el Ebro se va encajando entre montañas haciendo el tránsito del camino a veces dificultoso, pero de indudable belleza. El paso de la cordillera se realiza por el Camino Natural de Val de Zafán. Por túneles y viaductos recuperados de un antiguo trazado ferroviario en desuso. Continúa por los caminos de servicio de los canales existentes y finalmente los arrozales, el paseo fluvial de Deltebre y el faro del Garxal, considerado la desembocadura del río y final del Camino Natural del Ebro (GR-99).

En nuestro caso el plan era pernoctar en la ciudad de Tarragona, así que desde el faro del Garxal tuvimos que volver a recorrer el Delta en sentido contrario en dirección a la estación de tren de L'Aldea, donde cogimos un tren regional que nos llevó a Tarragona y en el que pudimos meter las bicis sin problemas.
A la salida de Miravet el GR 99 circula por el desfiladero del Paso de Barrufemes, que permite flanquear el río sobre un paredón vertical para llegar a Benifallet. Este es un paso complicado, así que nosotros, siguiendo las recomendaciones de A. Padreny, optamos por cruzar con la barca de sirga en Miravet a la orilla izquierda y hacer el tramo hasta Benifallet por carretera. A las 9 h. comienza a trabajar el barquero de Miravet.

Cruzamos el Ebro en la barca y cogimos la C-12 por la derecha en dirección Rasquemar. La carretera va picando hacia arriba, en poco más de 3 km alcanzamos la entrada a Rasquera, la dejamos a nuestra izquierda y continuamos remontando el barranco Dels Merlos hasta coronar el Coll de Miravet y desde el mirador podemos contemplar el río atravesando la cordillera. Nos adentramos en la comarca del Bajo Ebro.

Después la carretera desciende hasta la orilla del río y alcanzamos el puente del Llaguter, donde hay que decidir la conveniencia de visitar la población de Benifallet en un trayecto de ida y vuelta desde el puente, o continuar el camino que cruza a la otra orilla. Ya en el margen derecho estamos de nuevo sobre el GR-99 que transcurre por la C-12 durante unos 2 km y se desvía por la derecha en el barranco Canaletes, que se remonta para ascender a la vieja estación ferroviaria de Benifallet, ahora convertida en "parada y fonda" de la Vía Verde.

A partir de aquí la etapa transcurre por el Camino Natural del Bajo Ebro, una Vía Verde que transcurre salvando barrancos por los antiguos viaductos de la vía férrea en desuso y los túneles que se iluminan al detectar nuestra presencia. Un recorrido precioso y cómodo, en perfectas condiciones, que nos permite pedalear disfrutando de la presencia del río atravesando la cordillera Costera Catalana. Como a unos 7 km de la estación de Benifallet nos encontramos con el Azut de Xerta, donde podemos contemplar un curioso reloj y calendario solar y un km más nos lleva al pueblo de Xerta.

En xerta aprovechamos para comprar viandas en un supermercado, de las que dimos cumplida cuenta en una zona de recreo que hay a la salida del pueblo junto al canal derecho del Ebro. Tras el descanso y avituallamiento continuamos por zona de huertas hasta Aldover, que posee la mayor playa fluvial del Ebro. Seguimos por el canal de la derecha y en unos 6 km llegamos al extrarradio de El Raval de Jesús, después bordeamos Roquetas y a continuación llegamos a Tortosa, la capital de la comarca del Bajo Ebro.

La ciudad nos ofrece un conjunto histórico de notables dimensiones que más allá de su recinto fortificado y sus 3 monumentos nacionales se encuentra salpicado por todo tipo de construcciones o restos arquitectónicos de especial interés. Para entrar en el casco urbano cruzamos el puente, desde donde podemos contemplar el Monumento a la Batalla del Ebro, levantado frente el palacio episcopal y sobre la pilastra del antiguo puente (privado) de la Cinta volado en 1938. Arriba, en la colina, el Castillo de San Juan o de la Zuda, una impresionante fortaleza, que domina la ciudad y el río Ebro constituyendo un excepcional mirador. A los pies del castillo, la Catedral de Santa María que ostenta el título de Basílica y que en junio de 1931 fue declarada Monumento Histórico Artístico de interés nacional junto al Palacio Episcopal construido entre los siglos XIII y XIV.

Partiendo del parque Teodor González de Tortosa, se avanza por la ribera del Ebro hasta el puente del Bimilenario, donde el GR 99 toma el camino del Mig, vía tradicional de Tortosa a Amposta, que discurre entre huertas y viviendas, acompañado del importante canal de la Izquierda. Tras la población de Campredó, un conjunto de diseminados agrícolas, se vuelve a la orilla del río y después se cruza bajo los puentes del ferrocarril y la A-7, que marcan el inicio de los cultivos arroceros del delta. Muy cerca ya se encuentra Amposta, a la que se accede cruzando su atractivo puente colgante.

El Camino Natural del Ebro finaliza en un recorrido largo y llano a través del Parque Natural del Delta y los grandes arrozales formados en las tierras nuevas de aluvión. Tras Amposta nos quedan unos 26 km de arrozales para llegar al Faro del Garxal. Se sigue el canal de la Izquierda para atravesar los distintos barrios de Deltebre. Ciñéndose a la orilla del Ebro, se bordea el nuevo puerto pesquero del pueblo y se sube al pequeño mirador de Muntell de les Verges desde donde se alcanza el faro del Garxal, desembocadura oficial del Ebro. Rodeando la laguna del Garxal, parte del Parque Natural, se llega a la última meta del Camino Natural del Ebro en el paseo marítimo de la urbanización Riumar.

Nosotros, como queríamos pernoctar en Tarragona, dimos por finalizado el viaje en el Faro del Garxal. Así que tras las fotos de rigor tuvimos que desandar el camino. Otros 26 km de arrozales atravesando el delta del Ebro en dirección a la estación de tren de L' Aldea-Amposta.
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En tren regional completamos el recorrido hasta Tarragona, donde teníamos planificado pasar un día de turismo. Al día siguiente, tras disfrutar de una agradable visita turística a Tarragona, por la tarde de nuevo en tren regional hasta Barcelona donde embarcamos por la noche con destino a Palma.